Entre viñas

Ferrer Bobet se basa en el respeto. Respeto por la tradición vitivinícola secular del Priorato. Respeto por el desarrollo económico y social de esta mágica comarca del sur de Cataluña. Respeto mutuo entre dos buenos amigos, Sergi Ferrer-Salat y Raül Bobet, apasionados del mundo y la cultura del vino. Y respeto por las personas que buscan un Priorato que refleje con pureza y armonía la esencia mineral tan propia de estas tierras. El año 2008 vieron la luz nuestros dos primeros vinos, Ferrer Bobet Vinyes Velles y Ferrer Bobet Selecció Especial Vinyes velles 2005, elaborados con algunas de las viñas más viejas del Priorato. Estos dos vinos serían el primer fruto de un sueño que había nacido con la llegada del nuevo siglo, el primer gran paso de un intenso y apasionante viaje.

Ferrer Bobet se basa en el respeto. Respeto por la tradición vitivinícola secular del Priorato. Respeto por el desarrollo económico y social de esta mágica comarca del sur de Cataluña. Respeto mutuo entre dos buenos amigos, Sergi Ferrer-Salat y Raül Bobet, apasionados del mundo y la cultura del vino. Y respeto por las personas que buscan un Priorato que refleje con pureza y armonía la esencia mineral tan propia de estas tierras. El año 2008 vieron la luz nuestros dos primeros vinos, Ferrer Bobet Vinyes Velles y Ferrer Bobet Selecció Especial Vinyes velles 2005, elaborados con algunas de las viñas más viejas del Priorato. Estos dos vinos serían el primer fruto de un sueño que había nacido con la llegada del nuevo siglo, el primer gran paso de un intenso y apasionante viaje.

Territorio

Ferrer Bobet se encuentra en la zona de Porrera, un precioso entorno natural que posee unas características excepcionales para la viticultura y que, de hecho, fueron determinantes en la hora de decidir apostar por estos parajes.

Porrera es una de las áreas más frescas del Priorato, gracias principalmente a la marcada influencia de los vientos del nordeste, con un sutil efecto moderador del Mediterráneo, y a su topografía, caracterizada por la presencia de diversas de las viñas situadas a más altura y con más pendiente de la denominación de origen. Estos factores confluyen para crear un fuerte gradiente térmico entre el día y la noche, y garantizar, así, una óptima maduración fenólica y la preservación de la frescura, la acidez y los aromas. Así mismo, las múltiples orientaciones de las viñas conforman una rica diversidad de mesoclimas y brindan la posibilidad de crear vinos de una complejidad y elegancia especiales.

A todo esto tenemos que añadir unos suelos compuestos de forma casi exclusiva de pizarra, la proverbial licorella, que solo poseen los mejores tierras del Priorato, y que contribuyen de forma vital a la inimitable personalidad de los vinos.

Hasta el día de hoy hemos usado cepas centenarias de Cariñena y Garnacha Negra, procedentes de unas viñas privilegiadas que disfrutan de todas estas cualidades, con los propietarios de las cuales nos une una larga relación de amistad, afecto y respeto.

Paralelamente, las viñas propias de Ferrer Bobet se plantaron, en los alrededores de la bodega, en 2004 y 2005, en costeros y terrazas minuciosamente seleccionados después de exhaustivos estudios edáficos y de adaptabilidad, con las variedades de Cariñena, Garnacha Negra, Syrah, Cabernet Sauvignon, Viognier y Roussane. Utilizamos, en cada caso, portainjertos y clones de baja productividad, óptimos para un perfecto equilibrio de la cepa.

De las 70 hectáreas de que consta la finca, hemos plantado exclusivamente 15, en consonancia con nuestro respeto por la biodiversidad de estos parajes únicos. Y esto sin olvidar comentar un aspecto que resulta fundamental para nosotros: una viticultura orgánica estricta a nuestras viñas, que no contempla el uso de insecticidas ni de herbicidas.

 

La bodega

La bodega funciona como un barco encajado entre viñas, un objeto que reposa su precario equilibrio en el paisaje indómito de este rincón escondido del Priorat.

Un volumen notablemente sumergido que da cabida a los espacios de elaboración del vino y a las instalaciones técnicas, a cobijo de la vista. Tan solo el recinto superior, en que se ubican los espacios de acceso, embotellamiento y expedición, como también el área de visitas, se hace presente sobre el horizonte montañoso.

El mimetismo con el paisaje, el dinamismo tecnológico y la ligereza de la cubierta, son los rasgos que definen este edificio agrícola tan particular. Un edificio, que nuestros esfuerzos de repoblación forestal, la exuberancia de la viña y, sin duda, el inexorable paso del tiempo, permitirán que se integre a la belleza del entorno.